sábado, 6 de marzo de 2010


Lo más importante es la pasión por la danza. Tienes que tener una pasión enfermiza por ella. Muchas veces dicen que los bailarines somos sadomasoquistas, porque ese dolor de conseguir una posición totalmente retorcida incluso te da placer. Es lo más gratificante como bailarín y como artista. Luego el tener una técnica fuerte que permita que cuando salgas al escenario no tengas que preocuparte de un giro o de un paso, sino que estés dándolo todo y que esa danza se convierta en energía y que sea una forma de expresión. Cuando logras bailar de tal forma que se convierte en un modo de comunicación, cuando eso sucede y estas completamente abandonado al público, la sensación es 'extrahumana'.

1 comentario:

  1. JAJAJA, LO EMPEZASTE AYER Y MIRA COMO LO TENES VICTORIAA, JAJAJ QUE IDOLA

    ResponderEliminar